A todos nos gustan las curiosidades en general, no importa de qué se
traten. Si son curiosidades sobre tu compañera de trabajo, sobre la última
película que has visto o sobre algún programa de la tele. ¡Y es que siempre
triunfan!
Por eso, nuestro artículo de hoy trata sobre eso, “curiosidades”. Algunas
de las curiosidades sobre alimentos que hemos encontrado responden a preguntas
que en mayor o menor medida, siempre nos hemos hecho. Estas son algunas:
¿Por qué algunas patatas fritas
saben dulces?
Las patatas almacenadas a
temperaturas inferiores a 7ºC acaban convirtiendo el abundante almidón que hay
en su interior en azúcar.
También hay que tener en cuenta que
existen algunos tipos de patata más dulces.
¿Por qué algunos huevos cocidos
tienen la yema verdosa o grisácea?
Si sometes a un huevo a temperaturas
muy elevadas durante demasiado tiempo, las proteínas de la clara acaban por
degradarse, y liberan sulfuro de hidrógeno (SH2), que reacciona con el hierro
de la yema, de color gris, y el férrico, que es verde.
¿Por qué se añade sal y aceite
a la cocción de la pasta?
La sal para que la pasta no esté
sosa y para evitar que se ponga excesivamente blanda y pegajosa y el aceite que impregna la pasta e
impide que las piezas se peguen entre sí.
¿Por qué recomiendan poner un plátano
o una manzana junto a la fruta verde?
Algunas
frutas como las cerezas, las fresas, la piña, las uvas,
o los cítricos maduran en la planta o el árbol, de modo que, o se recogen en su
punto, o te las tienes que comer verdes. Pero las denominadas climatéricas (de
clímax) pueden seguir madurando una vez recolectadas. Para ello precisan sentir
la presencia de eteno, un gas que estas
frutas desprenden de forma natural como mecanismo para autoinducir la
maduración.
Un truco para que la fruta acabe de madurar es ponerla junto a
un plátano o una manzana, dos de las frutas que más eteno liberan.
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